¿NEGOCIACIÓN Y FIRMAR?
Ya tenemos una vivienda elegida, nos gusta, y queremos comprarla.
Normalmente intentaremos negociar el precio. Hacer una oferta es una cuestión ya seria, ya que el comprador debería comprometerse a adquirir la vivienda en el caso de que acepten la oferta, y este compromiso debería incluso ponerse por escrito.
La mayoría de las veces no es una situación nada fácil para el vendedor y en algunas ocasiones, incluso ni siquiera se debe estimar alguna oferta por ser verbal. Estas ofertas deberían estar en función de parámetros de mercado y no en función de las circunstancias personales del comprador, por lo que no se sorprendan si el vendedor les pregunta en qué se basan para ofrecer una cantidad u otra.
Una vez llegado a un acuerdo, este también debería estar por escrito, acordando el precio de compraventa y especificando la forma de pago. Habitualmente se da una cantidad económica para reserva del inmueble y el resto se paga en el acto de la escritura. Si el contrato es de arras, esa señal la perdería el comprador si se echa atrás, y si es al contrario, es el vendedor el que se echa atrás, debería darle el doble.
En la notaría os informarán de los documentos a aportar para la firma.