PELIGROS DE PEDIR DEMASIADO
Además del plan de marketing, el precio de una casa es el otro factor más importante durante el proceso de venta. Está claro que todo el mundo quiere ganar lo máximo posible en la venta de su casa, así que la tentación de pedir demasiado es habitual. La verdad, este aspecto a menudo supone que las casas más caras acaben vendiéndose por debajo de su valor de mercado. He aquí algunas de las consecuencias de no poner el precio correcto desde el principio:
Una casa cara ayudará a los competidores a vender la suya
Tu casa servirá para que otros en tu barrio demuestren que la suya es una buena oportunidad. Tu objetivo debe ser entrar en el mercado a un precio que atraiga a los compradores, no que les lleve a otras casas.
El vendedor perderá posibles compradores interesados
Los posibles compradores solo visitan aquellas propiedades que están dentro de sus posibilidades, que a menudo son pequeñas. Aunque el vendedor estuviera dispuesto a aceptar ofertas más bajas, no va a recibirlas porque los posibles compradores no llegarán siquiera a ver la propiedad.
La propiedad se quemará en el mercado
La gente evita las casas que llevan tiempo a la venta, porque suponen que habrá algo malo con ella o que el vendedor no está dispuesto a negociar. Las mejores ofertas se reciben generalmente en los primeros 30 días, pero solo si el precio es correcto desde el principio.
La propiedad tendrá problemas con la tasación
Aunque hiciera un oferta alguien que no conociera el mercado, el banco sabe lo que vale la casa en realidad y no dará un préstamo para ella. El vendedor tendrá que bajar el precio de todas maneras o perder la operación.